23.9.09

Falafobia, el miedo al pene

Publicado por vanityinstiletos

CON NOTICIAS PELOTUDAS COMO ESTAS... ENTIENDO PORQUÉ LA LEY DE MEDIOS


La persona se queda paralizada, tiene taquicardia, sudores, temblores y hasta se desmaya. Esos síntomas son comunes en las crisis de pánico. Pero hay un tipo de fobia muy singular, la falofobia.

Falo + fobia = pene + aversión (más que miedo). O sea, es el miedo irracional del miembro masculino y de las situaciones a él relacionadas.

Al principio, es común imaginar que eso pasa con una mujer que tuvo traumas o sufrió alguna violencia sexual. Así, desarrolla aversión al penes. Pero no en todos los casos por esta razón. "La falofobia puede suceder con hombres y mujeres, sin tener problemas de violencia ", dijo la psicóloga y sexóloga Carolina Gonçalves de Freitas, de Brasilia, que, en sus diez años de atención clínica, recibió sólo una paciente con ese cuadro. "Antes yo sólo tenía conocimiento teórico sobre ese problema".

La falofobia, por lo tanto, no tiene como base una simple relación de causa y efecto. La fobia sexual también sucede por evitar y sentir aversión por tener sexo con la pareja, situación en que están presentes sentimientos de repulsión, ansiedad y miedo. El problema no está sólo conectado a la relación: la persona puede tener miedo de mirar el penes (erecto o no), llegar cerca, imaginar o hacer sexo oral. "Dependiendo del grado de miedo, la persona no consigue tener una relación sexual, pues no consigue ni ver el penes. Y el sexo comienza por el antojo", afirmó Carolina.

Si no son experiencias sexuales ruines o violentas, "qué causa la falofobia? Esa es una pregunta aún llena de misterios, como la mente humana. "En ese caso, entramos en la categoría de todas las fobias. Y el componente muy fuerte en cualquier fobia es la ansiedad", dijo la profesional. Según ella, no hay un motivo específico que pueda desencadenar esa fobia.

Tratamiento

Así como otras dificultades sexuales, la falofobia puede ser tratada. Los síntomas y conflictos por ella disparados pueden ser comprendidos y trabajados. Para eso, es necesaria, en primer lugar, la motivación personal. La conversación sobre el asunto también es un gran paso en búsqueda de la mejora.

Entre las formas de tratar el problema, está la terapia cognitiva de comportamiento, cuyas técnicas generalmente son usadas en los tratamientos de todas las fobias. En la desensibilización, se verifica por escala el límite de ansiedad de la persona, hasta donde ella y no da cuenta. O sea, son presentadas situaciones para ella ir aprendiendo a lidiar hasta llegar al tope. Por ejemplo, en la escala de uno la diez son colocadas las situaciones más tranquilas para trabajarse primero con el paciente. Él aprende a superarlas y, cuando llegan a las más complicadas, será más fácil lidiar con ellas. "En ese caso, va a depender también del miedo de la persona: si es de mirada, de pene erecto o de la relación sexual".

En las fobias sexuales, Carolina señaló que también se trabaja con la historia de vida de las personas, su sexualidad y sus expectativas. "A las veces, estudiamos la educación sexual. No es natural, pero las personas tienen la costumbre de generar miedo en los niños y en los adolescentes, como si sexo fuera un bicho raro. Esa es otra cuestión a ser trabajada juntamente con la fobia".



Exactamente por entrar en el ámbito de la educación, de los valores y de la cultura de cada uno, la fobia sexual es más difícil de ser tratada, pues encuentra resistencia del paciente en hablar sobre el asunto. "La paciente con falofobia que está en tratamiento hace un mes y medio llegó a mi consultorio y ya habló sobre el asunto. Entonces fue posible detectar la fobia específica, lo que facilita el tratamiento", dijo Carolina. Si el paciente, sin embargo, tiene dificultad para hablar, es preciso trabajar eso antes, para que él se suelte y hable, y sólo después tratar la fobia.

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